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domingo, 12 de abril de 2015

Cenicienta

¡Hola a todos! ¿Cómo estáis? Ayer después de unas intensas semanas entre viaje a Roma, graduación etc pude ir al cine a ver cenicienta así que me gustaría compartir con vosotros algunos pensamientos y opiniones.
Como ya sabéis estaba bastante emocionada con esta película, la gente me preguntaba por qué si ya sabia la trama y el final, pero aún así lloré, reí, me emocioné, odie a Lady Tremaine e incluso me compadecí un poco de ella cuando contó su historia. Ahí está la magia de cenicienta y su punto fuerte, mi hermana de 10 años estaba a mi lado y lloró con la muerte de la madre de Ella aunque sabía perfectamente lo que iba a pasar; una película que te haga sentir algo así una y otra vez aunque te la sepas de memoria es una película que merece la pena. Una que te deje con ganas de repetir después de verla 80 veces.
Otra cosa muy buena que tiene es el mensaje que transmite, la generosidad y el anteponer a los demás incluso cuando ellos no te tratan bien, dejando atrás el ojo por ojo, el te doy si me das, y el individualismo que predomina en la sociedad; sin duda no podía tener un mensaje más apropiado tanto para niños como para adultos. ¡Ay, ojalá fuéramos todos como Ella!
Exteriormente los escenarios, el vestuario y los paisajes también son una obra de arte, visualmente bellísima, es como un personaje más de la historia, bajo la responsabilidad de Sandy Powell, diseñadora de vestuario; que también trabajó con técnicos de Swarovski para diseñar los zapatos que el hada regala a cenicienta, más de 150 horas de trabajo para  que la madrasta lo estrelle contra la pared. Las actuaciones de los actores también son dignas de mencionar sobre todo me gustó Cate Blanchett que hace que te acerques a Lady Tremaine e incluso la comprendas; gran reparto en general.
Cenicienta siempre ha tenido una magia especial al margen de la historia ¿Qué princesa puede decir que salvaría una compañía tan importante para tanta gente de la quiebra? Si no se hubiera caído el zapato nunca habríamos visto la lámpara, ni la rosa, ni la rueca, y a saber que habría pasado con el ratón; le debemos más de lo que parece a esta pobre chica despistada. Nunca ha sido una de mis cintas favoritas pero le guardo un gran cariño por esto y se merece esta gran película por tan grande historia.
En conclusión si no la has visto no sé a que esperas, te van a dar las doce.